martes, 19 de marzo de 2013

Rajastán (I): Udaipur, Ranakpur y Jaisalmer

El Rajastán (Rajasthan) es el estado más grande de India y se sitúa al noroeste, haciendo frontera con Pakistán.

Aquí se encuentran enormes palacios, lagos y desiertos. A mí, particularmente, ha sido uno de los lugares que más me han gustado de los que he visitado en este país.

No quiero entretenerme contando muchas cosas al respecto, sólo daré algunos consejos que me parecen útiles sobre estos sitios y pondré fotos, que en este caso me parece lo más ilustrativo.

Los lugares visitados fueron por este orden: Udaipur, Ranakpur, Jaisalmer, Jodhpur y Jaipur. Sobre esta última ciudad, conocida por su color rosa, tengo que decir que me impresionó poco tras lo que había visitado ya anteriormente. Imagino que haciendo el viaje en dirección inversa, probablemente Jaipur gusta mucho más al viajero si es de lo primero que se visita en el Rajasthan. Una alternativa que mucha gente hace últimamente es visitar Pushkar en su recorrido, pero no tuve tiempo.

De manera que dejando atrás Mumbai, cogimos un vuelo directo a Udaipur, ahorrando un tiempo más que considerable que la opción del tren.

Udaipur
La ciudad es famosa, sobre todo por el lago Pichola, donde se encuentra un palacio flotante, el cual, no obstante, es en la actualidad un hotel de cinco estrellas de la cadena Taj, por lo que no es fácil de visitar a menos que te alojes allí. Udaipur tiene calles muy estrechas donde tienes que sortear el trafico y las vacas o todos ellos te sortean a ti. Esta ciudad aparece en la película "Octopussy" de James Bond.






Pero lo más impresionante es el City Palace (Palacio de la Ciudad) que se encuentra en la orilla del lago.










En el aeropuerto pueden cogerse taxis de prepago, por lo que no hay que regatear nada. Si te alojas alrededor del lago Pichola, como es el caso del hotel Thamla Haveli, no hace falta ningún tipo de transporte para moverte por la ciudad porque se puede ir caminando perfectamente a los monumentos aunque intenten venderte lo contrario.

Detrás del City Palace hay barcos que dan una vuelta al lago y paran en otro pequeño palacio flotante, Jag Mandir, donde se puede tomar algo.





Ranakpur
Desde Udaipur decidimos ir a Jaisalmer, una de las ciudades peor comunicadas, ya que el aeropuerto más cercano se encuentra en Jodhpur (a casi 300 kilómetros). Preferimos hacerlo todo del tirón para pasar allí dos noches. Tras mucho preguntar y sin que nos cuadrara ningún tren, conseguimos un coche que nos llevó. Tardamos unas 12 horas en total (son unos 500 kilómetros), parando para comer y para estirar las piernas en Ranakpur. El precio fue de 5.500 rupias (78 euros) en un Tata Indica sin aire acondicionado, que era la opción más barata después de haber preguntado en media docena de sitios y que pidieran alrededor de 8.000 o más.

Lo ideal de Ranakpur es que pilla de camino, perfecto para hacer una pequeña parada técnica. Lo interesante son sus templos jainistas pero el inconveniente es que el gran templo abre a partir de las 12 a los turistas (antes es hora del rezo), de manera que hay que conformarse con ver uno de los templos pequeños (la visita es gratuita). La religión jainista respeta la vida de forma estricta, de manera que son vegetarianos, pero sólo comen plantas que crezcan por encima del suelo y no tubérculos, por ejemplo. En la visita a los templos no se pueden llevar objetos de cuero, las mujeres deben vestir con decoro y no tener la menstruación en ese momento.



Jaisalmer
Tras otra parada para comer y tras chocar con un ternero que cruzaba la carretera (sin consecuencias graves), el coche nos dejó a las afueras de la muralla de la ciudad. Las calles de dentro son empedradas y por ellas sólo pueden circular los rickshaws. De manera que si vienes en coche, te dejará en la puerta y tendrás que subir por tu propio pie o tomar un rickshaw. Una vez dentro, se puede ir caminando a cualquier parte.

La primera duda es dónde alojarse, sobre todo a raíz de un comentario en la guía Lonely Planet. Uno de los escritores recomendaba dormir fuera, ya que el turismo estaba dañando la muralla debido a las filtraciones de agua que hay de los hoteles (ahora, a las decenas de hombres orinando al pie de la muralla nadie les pide respeto). Si bien, aquí la raíz del problema no está en los turistas sino en que el Gobierno construyera buenos alcantarillados y tuberías, es decir, que se podrían compaginar turismo y conservación de una forma adecuada. El dueño de un restaurante nos comentó que cada día se llenan depósitos de agua dentro de la muralla de los que se abastecen los negocios y que algunos al no estar bien sellados tenían pérdidas. Esa era la cuestión, por tanto, y no por menos turistas se va a desperdiciar menos agua. También hay que decir que el comentario de Lonely Planet afectó al negocio dentro de la muralla y muchos vieron descender sus beneficios. En cualquier caso, tengo que decir que yo me alojé dentro y las vistas no tenían precio.



El fuerte es fascinante, todo de color arena con balcones y celosías. La audioguía está incluida en el precio de la entrada y es muy recomendable.




Por algunas de las calles es fácil perderse...






Mi recomendación para cenar es el restaurante Vyas, que estaba muy bien valorado en Tripadvisor. La curiosidad de este sitio es que es la casa de una ancianita, la cual cocina estupendamente pero no sabe leer ni escribir. Así que ella te da el menú, tú le pides lo que quieres (lo típico en Rajasthan es el Thali). Se cocina y se come en el suelo. Después tienes que hacer tú el cálculo de lo que costaba cada plato y pagarle porque ella no sabe contar, como bien decía ella: "yo sólo sé cocinar". Supongo que nadie es capaz de estafar a una abuelita como ella.

La mujer se quedó viuda y es ya bastante mayor, así que hay que aprovechar para ir a este sitio porque quizá no se pueda disfrutar durante mucho tiempo más.





Se puede decir que todo lo interesante de Jaisalmer se encuentra dentro del fuerte. Fuera está la "estación" (es más bien un aparcamiento) de autobuses, el tren y la oficina de turismo. En la ciudad y alrededor de la muralla hay también restaurantes. Fuimos a un lago, que hubiera estado bonito si estuviera limpio...





De Jaisalmer cogimos un autobús que nos llevaría a Jodhpur no sin antes haber discutido mucho el precio, ya que nos dijeron uno y luego nos escribían en el papel otro más caro, en nuestra cara y como si fuéramos tontos. Por suerte, en la ciudad (fuera de la muralla) hay una calle con hombres sentados en mesitas vendiendo los billetes, así que es tan fácil como ir al siguiente. El que lo desee puede conseguirlos también a través de intermediarios en las oficinas de viajes, pero te cobran un recargo por el trámite, claro. En India casi nada es gratis, muchas veces ni siquiera el aire acondicionado del coche...

5 comentarios:

  1. Hola ,
    Me encanta tu blog , y quisiera saber que trabajas para poder viajar tanto, pork me encantaria viajar tanto

    Saludo, Sara
    :D

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    Respuestas
    1. Hola Sara:
      Gracias por seguir el blog. Lo cierto es que en mis blogs prefiero no hablar de mi vida personal pero bueno sólo te diré que actualmente no trabajo. No obstante, creo que para viajar en realidad no se necesita mucho dinero, o al menos, no tanto como uno podría pensar.
      Un abrazo

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    2. A ver como es eso de que no se necesita mucho dinero??? dame los trucos por fa, porque estoy loca por viajar a la India, pero vivo en el Caribe, y me la ''estan poniendo en China''

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  2. Hola Jordi:

    Gracias por pasarte! Ya he estado viendo tus blogs, ¿los llevas los 3 a la vez? Qué trabajazo! Muy interesantes los temas de conspiraciones! Te seguiré!
    Saludos

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